En la vida toca vivir situaciones extremas que a nadie le gusta que lleguen. Supongo que según vas creciendo, aprendes a asimilar ciertos momentos de la vida que es imposible impedir, como por ejemplo la muerte de un ser querido.
Pero por mucha experiencia que se tenga, nunca te esperas estos acontecimientos que ocurren de repente, sin previo aviso. Y cuando ocurre, te derrumbas y no sabes bien que hacer. Pero también te das cuenta de que esta vida hay que vivirla al máximo, porque son dos días y tan pronto estás como puede esfumarse todo en un simple instante.
Y cuando esto le pasa a un compañero tuyo, un joven de 17 años al que le quedaba mucho por disfrutar, por sufrir, por reir, por llorar, por vivir... entonces si que el golpe es muy duro y cuesta, cuesta mucho levantarse. Se que muchos estamos destrozados, que ni queremos ni podemos creerlo, que seguimos pensando que esto no ha pasado, que es un sueño o más bien una pesadilla, pero es el momento de estar todos juntos haciendo piña, de seguir adelante animándonos unos a otros.
Hoy, 20 de diciembre de 2011 nos han dado la noticia de que nuestro compañero Eric había fallecido.
Eric, tus compañeros, profesores, familiares y amigos nunca te olvidaremos. Descansa en paz, siempre estarás con nosotros, siempre serás nuestro chinito.
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