sábado, 17 de diciembre de 2011

Historia del cine: Hollywood, el cine mudo (Chaplin)

Inspirándose en las innovaciones anteriores, los hermanos Lumière, crearon el cinematógrafo. La primera presentación fue el 28 de diciembre de 1895, en París, y consistió en una serie de imágenes documentales, de las cuales se recuerdan aquella en salen los trabajadores de una fábrica, y la de un tren que parecía abalanzarse sobre los espectadores, ante lo cual éstos reaccionaron con un instintivo temor. Desde entonces, se considera ese dia como la fecha oficial en la que nació el cine. 


Viendo que el cine se convierte en un gran espectáculo popular, que supera las barreras sociales y idiomáticas, el factor negocio entra en acción. Con el fin de monopolizar el mercado cinematográfico y acabar con sus competidores, Edison envía a sus abogados contra los explotadores de aparatos cinematográficos. Se trata de la guerra de las patentes (1897-1906) que, después de una época de procesos, clausuras de salas, confiscación de aparatos y momentos de violencia, da la victoria a Edison.

Ello afectó negativamente a los productores independientes, los cuales, para huir del inventor-negociante, marchan al otro lado del país, a California, donde fundan Hollywood. Aquí levantarán las grandes productoras que harán la historia del cine norteamericano. 





Al principio, el cine era mudo. "El cine mudo es aquel cine que no posee sonido grabado y sincronizado, referido especialmente a diálogo hablado, consistiendo únicamente en imágenes."


La primera película muda fue creada por Louis Le Prince en 1888. Dado que el cine mudo no podía servirse de audio sincronizado con la imagen para presentar los diálogos, se añadían cuadros de texto para aclarar la situación a la audiencia o para mostrar conversaciones importantes en donde se le daba una narrativa real del dialogo.
Sin duda, Charles Chaplin fue el gran genio del cine mudo y del humor. Chaplin se hizo popular gracias a su Charlot, probablemente el personaje más famoso de la historia del cine. 
Las aventuras de este vagabundo ingenuo y sentimental han sido exhibidas en infinidad de ocasiones. De hecho, es difícil que alguien sea incapaz de identificar a este personaje de peculiar bigote, que viste pantalones anchos, chaqueta estrecha, un sombrero de bombín desvencijado y que empuña un bastón de caña: su imagen ha sido reproducida hasta la saciedad en revistas, periódicos y programas de televisión.





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